Parteras Emporion©™

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«Las mujeres siempre han sido sanadoras. Ellas fueron las primeras médicas y anatomistas de la historia occidental. Sabían procurar abortos y actuaban como enfermeras y consejeras. Las mujeres fueron las primeras farmacólogas con sus cultivos de hierbas medicinales, los secretos de cuyo uso se transmitían de unas a otras. Y fueron también parteras que iban de casa en casa y de pueblo en pueblo. Durante siglos las mujeres fueron médicas sin título; excluidas de los libros y de la ciencia oficial. Se transmitían sus experiencias entre vecinas o de madre a hija. La gente del pueblo las llamaba «mujeres sabias», aunque para las autoridades eran brujas o charlatanas. La medicina forma parte de nuestra herencia de mujeres.»
Barbara Ehrenreich

En el contexto social y de derecho contractual en el que vivimos actualmente, los Gobiernos-Corporación tienen un supuesto poder sobre todo y queremos dejar claro que esto no es así. Sin adentrarnos en la materia, sí que presentamos una pieza importante de la estructura lingüística, pues hay palabras clave dentro de toda esta composición que debemos conocer, tales como AUTOR y AUTORIDAD.

Con el fin de que el lector tenga la oportunidad de adentrase por sí mismo en este gran laberinto, hacemos una pequeña reflexión:

1.- ¿Quién es el AUTOR del ADN de los hombres y mujeres vivos?
Pues bien, esta pregunta, hasta donde nosotros conocemos, nadie la puede contestar con una certeza plena. Por lo tanto, si el AUTOR del ADN de los individuos no se conoce, es imprescindible hacerse la siguiente pregunta:

2.- ¿De dónde sacan la AUTORIDAD los Gobiernos-Corporación y sus administraciones para ejercer poder sobre los hombres y mujeres vivos que habitan un determinado territorio?
Es un juego de palabras, prácticamente de bebés, pero que no nos paramos a analizar. El AUTOR de cualquier cosa es el único que tiene AUTORIDAD sobre lo creado, por lo que ningún Gobierno-Corporación, ni ninguna de sus organizaciones asociadas, puede tener ningún tipo de AUTORIDAD sobre un hombre o mujer vivos. Así de sencillo: porque no son los creadores de nuestro ADN.

Por lo que, la única manera que tienen de ejercer poder sobre nosotros es a través de un contrato, el cual se confeccione usando un constructo legal creado por ellos: el CERTIFICADO DE NACIMIENTO y todos los documentos que deriven de este. Al ser ellos los AUTORES de ese CERTIFICADO DE NACIMIENTO, así como de todos los documentos derivados, tienen AUTORIDAD sobre los mismos y tú simplemente eres el que usa esos documentos propiedad de un tercero. El problema es que muchos individuos se identifican con dichos documentos, creando sin querer una asociación CERTIFICADO DE NACIMIENTO-DNI-INDIVIDUO.

Los individuos, a través de la inscripción voluntaria en el Registro Civil y la creación del CERTIFICADO DE NACIMIENTO, otorgan legitimidad al poder político y a las corporaciones para limitar sus libertades a cambio de una supuesta protección y organización de la sociedad, siendo esto conocido como el CONTRATO SOCIAL.

A colación de lo anterior, podemos identificar de forma clara cómo los Gobiernos-Corporación, a partir de ese constructo social creado en base al CERTIFICADO DE NACIMIENTO, califican de administrado, administrado simple y administrado cualificado a cualquier hombre y mujer vivos que estén utilizando la documentación que ellos crearon como vehículo comercial para relacionarse e interactuar dentro de ese sistema también creado por los Gobiernos-Corporación. Esto conlleva a vivir en calidad de administrados: literalmente nos convierte en un valor en el mercado que respalda la deuda del Gobierno-Corporación.

De ahí que el gran cambio para nuestras vidas sea tener un documento vital, junto a un conjunto de documentos que corrijan esta situación, siendo importantísimo que, desde el principio, el recién nacido tenga su propia documentación bajo la ley natural y el derecho que de esta emana.